Así mismo, encontramos la cámara “Construction Site”. Una cámara donde podemos construir edificios con diversos efectos en las casillas de combate. Finalmente, la última cámara realmente importante es el cementerio, hay una serie de unidades muy especiales que una vez muertas pueden ser revividas pagando dinero y Dream Shards.
Hay más cámaras, pero en dichas cámaras lo que ocurre son cinemáticas y lore sobre todo. O, en el caso del “trono”, guardar partida. Lo cierto es que, a diferencia de otros juegos de cartas y estrategia, Vambrace: Dungeon Monarch no obliga a los jugadores a invertir horas de preparación para la batalla. Hay que tener en cuenta un número considerable de elementos interconectados, pero sencillos.
Machacadlos por la gloria de…¿Hellforn, Septhis?
Ya hemos hablado del lobby, pasemos al campo de batalla. Dichas rondas tienen su epicentro en una parte de la mazmorra que los desarrolladores has creado a imagen y semejanza de un tablero de juego de mesa dividido en casillas. Las batallas en general son rápidas y de dificultad creciente.
Hay una primera parte donde podemos colocar e invocar unidades, comprar otras y finalmente dejar que nos invadan, comenzando el combate.
Una vez comienza el combate, debemos tener en cuenta que el combate es automático. Como dicen en el fútbol “los entrenadores alinean jugadores, pero son ellos quienes llevan el peso del juego”. Hay partes del que combate en las que nuestras unidades y las del enemigo se mueven, salvo aquellas que tengan una pasiva que les obligue a no moverse. Tampoco podrán si en la casilla hay tres unidades aliadas.
También hay una fase en la que el jugador puede desplegar a The Monarch en combate y jugar cartas. Algunas cartas del mazo no se pueden jugar sin The Monarch desplegado. Empezamos con tres unidades de mana, con las que podemos o bien jugar cartas con coste de maná, o cartas de coste cero.
Realmente, en combate siempre estamos en inferioridad numérica, y salvo las cuatro o cinco primeras rondas, también seremos inferiores en cuanto a vida, daño y otros elementos. El escenario permite además construir edificios en algunas casillas que aportan diversas bonificaciones y pasivas. Incluso penalizaciones al enemigo.
Ya hemos comentado el límite de unidades por casilla, pueden enfrentarse hasta tres contra tres. ¿Quién Golpea Primero? Depende de la estadística de velocidad. No obstante, The Monarch puede desplegarse en cualquier casilla sin importar el número de unidades aliadas que haya. Sin duda, tanto The Monarch como la baraja sirven para equilibrar los combates o decantarlos a nuestro favor.
Hay cartas de distintos tipos: daño, apoyo, estados alterados, ganancia de maná, también hay unidades como Andrath que sólo se pueden desplegar por cartas.
“Conócete a ti mismo y al enemigo”
Para superar las batallas, tendremos que tener en cuenta no sólo a The Monarch o las cartas, también nuestras tropas (estadísticas, habilidades), las facciones, las sinergias entre facciones. También diversos efectos y habilidades como las cartas que cambian el escenario con elementos como luz, oscuridad, inundación. Así como la estrecha relación e interdependencia, entre todos estos elementos y más. También el límite de población para desplegar unidades.
