La verdad es que estamos ante un juego muy básico, no nos vamos a engañar, ofrece diversión y golpes de manera más que directa a la vez que atacan a nuestros recuerdos y de cómo nos dejábamos las perras de la paga en aquellos tÃtulos árcade como Street of Rage. Su apartado visual tampoco se queda muy atrás en este sentido, ya que utiliza modelados pixelados para mostrar tanto a nuestros personajes como rivales, algo más definidos que otras propuestas eso sÃ, pero que lógicamente traerá opiniones enfrentadas entre aquellos que buscan algo más en "HD" y aquellos que disfrutan con ese toque añejo que últimamente tanto se está poniendo de moda. En cuanto a su apartado sonoro nos ocurre tres cuartas de lo mismo, las melodÃas quedan perfectamente a cada una de las pantallas y batallas importantes que se nos presenta, melodÃa muy tÃpica de aquellos juegos de los 80 y 90 que escuchábamos en las máquinas de los salones recreativos o bares para seguir golpeando en los recuerdos a aquellos que crecimos con este tipo de juegos.