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El control
El sistema de control de Soul Calibur III es muy fácil. De hecho, básicamente utilizaremos tres botones. Uno para el golpe con arma vertical, otro para golpe con arma horizontal, y otro para cubrirnos. Eso básicamente, porque en realidad todos los botones tienen su utilidad. En total cada jugador tiene entre 80 y 90 tipos de golpes, dependiendo del ángulo en el que te encuentres con respecto al enemigo, la distancia y la posición del oponente, ya sea de frente, de lado o de espaldas. Como es normal en estos juegos, están los típicos combos que hay que aprender a hacer, coger al enemigo o ataques especiales que no salen sin querer. Soul Calibur III es un juego mucho más técnico que Tekken V, aunque parezca lo contrario, y eso es lo que hace de este juego algo especial. Es un gusto luchar contra un enemigo, y que durante la pelea no sólo te cubras de los golpes, sino que también los esquives. Eso en los demás juegos de lucha es casi inapreciable. Aquí, cada espadazo se puede esquivar, bien saltando, o agachándote, y del mismo modo tu oponente te podrá esquivar tus golpes, lo que hace de cada combate algo capaz de subir los nervios hasta el máximo en un “tuya-mía” que normalmente se resuelve en el último segundo. Una experiencia completamente distinta, sin lugar a dudas.
Modos de juego
Entramos en el apartado de Soul Calibur III que más personalidad le da al título. Los Modos de juego.
El Modo principal se llama “Relato de Almas”, y nos narra paso a paso el camino de cada luchador en su búsqueda por la Soul Edge (explicado al principio de esta review). Muy interesante, no sólo por la duración de cada historia, sino también por el desarrollo de éstas, ya que entre combate y combate, no sólo tendremos que elegir entre dos caminos, sino también tendremos que esquivar objetos (al estilo Shenmue) si no queremos comenzar la pelea con menos vida, combates “sorpresa”, etc... de aquí, iremos desbloqueando numerosos extras. Todo esto, sumadlo a los más de 25 luchadores de los que consta el juego (muchos están ocultos).
Crónicas de la espada. Es un modo que nos adentra hasta lo más profundo del mundo del Soul edge. Nos sumerge en una guerra entre tres bandos: Imperio Grandhall, Reino de Dalkia y la República de Halteese; que se enfrentan por compartir afición por espadas diferentes. Nosotros tomaremos el control de un personaje que hayamos fabricado al 100% con un editor muy pero que muy útil y amplio, donde podremos editar, desde el color de ojos, hasta el tono de la voz. Tendremos que ir invadiendo puestos enemigos al más estilo RPG, caminando sobre un mapa con pequeños muñecos y poco detalle, pero a la hora de luchar, todo pasa a ser como siempre. Cada “misión” (llamada “Crónica”) se compone de varios combates. Empiezas con dos luchadores en tu ejército, pero poco a poco irás consiguiendo más. Las formas de conseguir vencer, es fácil. Eliges a uno de tus luchadores, y lo mandas a una torre de vigilancia (por ejemplo). Cuando llegue, se pondrá a atacarla y a restarle vida. Antes de destruirla saldrá un guardián enemigo que tendremos que destruir en un combate normal de soul Calibur III. Si vencemos, la torre será nuestra. Y así sucesivamente con todos los puntos de control enemigos que hay en cada mapa (en cada crónica). Los personajes que utilicemos irán evolucionando (fuerza, agilidad y vitalidad) dependiendo de lo que hagamos. En realidad, no deja de ser un modo más de juego, aunque la parte de estrategia es demasiado simple, lo que hace pensar que se lo pudieron haber “currao” un poco más.
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