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 El argumento de la película nos presenta a Rose DaSilva (Radha Mitchell, una 
de "las chicas Woody Allen" que trabajó con el popular director en Melinda 
Melinda) y a su marido Christopher DaSilva (encarnado por el consagrado Sean 
Bean). La pareja vive preocupada por su hija adoptiva, Sharon (Jodelle Ferland), 
que muchas noches despierta sonámbula creyendo estar en un lugar llamado Silent 
Hill. La madre de la niña, viendo como los medicamentos no hacen efecto, decide 
actuar por su cuenta y busca información sobre Silent Hill, descubriendo que es 
un pueblo fantasma que se quemó años atrás. Ocultando a su marido su idea, la 
mujer se mete en su coche y se encamina con su hija hasta el extraño pueblo. 
Después de una serie de sucesos y un accidente de coche, Rose despierta en 
Silent Hill, no hay rastro de su hija. Desesperada por la desaparición de la 
niña, la joven se introduce en el pueblo…pero en Silent Hill nada es lo que 
parece. Cuando la alarma resuena, la oscuridad se hace con el gobierno del 
pueblo, la sangre aparece, las paredes se desgarran y los monstruos 
sobrenaturales hacen gala de presencia... 
Roger Avary ha creado un argumento que desde el primer momento arranca 
velozmente, de manera ágil pero con el toque confuso "made in Silent Hill". Esta 
agilidad se va mermando a medida que avanza el metraje. Quizá su mayor pecado 
sea precisamente la rápida sucesión de las escenas, que hacen que las casi dos 
horas y media de duración se carguen de demasiado contenido. 
  
La historia cuenta por un lado las vivencias de Rose en Silent Hill y retrata 
adecuadamente la angustia de Christopher. Además presenta a personajes de lo más 
interesantes, como la agente Cybil ( Laurie Holden), la misteriosa Dahlia 
(Deborah Kara Unger), o la mística Cristabella (Alice Krige), líder de una 
extraña secta religiosa. 
En los juegos de Silent Hill, el sonido y la música son dos de los elementos 
más importantes para causar terror y angustia al jugador. En la película 
Christophe Gangs ha querido seguir el mismo camino, algo que ha conseguido 
tomando el legado musical del gran Akira Yamaoka (que hace las veces de 
productor en esta película). Ha sido introducida en el filme por el compositor 
Jeff Danna, que ha realizado algún que otro arreglo y la adaptación. Las piezas 
de Yamaoka (musicales y sonoras) continúan rebosando la calidad de siempre, la 
cinta lo agradece (y los fans). En referencia al diseño y a la ambientación hay 
una palabra que la define sin complicaciones: "Chapeau"; el pueblo ha sido 
recreado con enorme fidelidad, el diseño de las criaturas (en su mayoría 
recogidos de Silent Hill 2) ha sido bordado, mención especial a Cabeza 
Piramidal, uno de los enemigos más enigmáticos de Silent Hill. Otro de los 
puntos extremadamente positivos en el diseño ha sido la manera en la que la 
oscuridad se adueña del terreno, fidedigno y manteniendo una esencia gore de 
sangre, cuerpos enganchados por verjas, sillas de ruedas y demás elementos 
macabros. Las localizaciones en sí son verdaderamente espeluznantes, un 
hospital, un colegio, un hotel…no es la clase de lugar abandonado que yo 
visitaría. 
En conclusión: 
Creo que Silent Hill es una película que puede gustar tanto a fans como a no 
fans. Quizá estos últimos se vean desbocados ante la ingente cantidad de 
detalles. 
CALIFICACIÓN PELÍCULA:  (Buena) 
CALIFICACIÓN BSO:   (Muy buena) 
  
LO MEJOR 
-La ambientación y la recreación de Silent Hill 
-La banda sonora 
-El reparto 
-El argumento es fiel al estilo de la saga 
LO PEOR 
-Se hecha en falta algo más de miedo.  
-El doblaje al castellano no cuaja en algunos personajes 
 
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