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 No obstante, no todas las referencias a los juegos viejunos iban
 a ser buenas en este tÃtulo. Si bien la experiencia que nos ofrece Rad 
Rodgers es entretenida, y cuenta con bastantes bonus para entretenernos,
 desde niveles secretos a minijuegos, pasando por una loca caza de 
sombreros (¿ya podemos considerar el tema de los sombreritos de Team 
Fortress 2 retro?), el juego llegará a un final demasiado abrupto, en mi
 opinión. El tÃtulo sólo cuenta con un mundo, nueve niveles, un jefe 
final. En la nueva versión contaremos con un par de subjefes 
intermedios, pero acabaremos con la sensación de haber estado jugando a 
uno de esos shareware que parecÃan eternos, pero que, lamentablemente, 
llegan a su fin al cabo de un par de horillas. Y eso, a un precio de 20 
euros, no es muy agradable.  
    
  Color y detalle de un mundo 2D, en 3D
  Rad
 Rodgers, como no podÃa ser de otra manera, se mueve en un mundo 
frenético, muy colorido, y con algunos dejes del neón que tanto gustó a 
sus padres. Recuerda mucho al tipo de adaptación que se hizo hace unos 
años con otro clásico, Gianna Sisters, donde se adaptó genial mente la 
simplicidad del 2D, pero con todo el detalle de un modelo 3D. No 
obstante, al igual que sucede con ese tÃtulo, algo no termina de 
encajarme. Quizás  los enemigos y personajes no sobresalen lo suficiente
 del escenario. Quizás hay tantÃsimo detalle y efecto de luz que resulta
 algo complicado distinguir lo que es fondo y decoración de lo que no. 
No sabrÃa explicar muy bien lo que es, pero algo me dice que aunque el 
juego se vea fantástico, se verÃa mejor, y serÃa más fácil de jugar, 
usando gráficos 2D.
  El tÃtulo además no es muy exigente, siendo 
sus requisitos más "peculiares" el disponer de 6 gigas de memoria, y una
 tarjeta gráfica equivalente a una GTX540, un hardware de hace ocho 
años, si bien cualquier jugón que utilice un equipo portátil sabe hasta 
qué punto de relativo es eso de necesitar un hardware de hace casi una 
década.
  Conclusiones
  Sé que escribir algo asà es algo 
demasiado genérico, y muy vago, para lo que viene a ser la tarea de un 
analista. Pero es que, en este caso, la frase se cumple a la perfección.
 Rad Rodgers es un juego de plataformas de los que te dejaban de 
funcionar cuando instalabas Windows 95. El juego cuenta con todos los 
componentes necesarios. Colores vibrantes y estridentes, un personaje 
chulesco y algo parecido a Bart Simpson, armas y disparos a montones 
(aunque sin gore), plataformas imposibles, multitud de secretos y 
objetos que recoger hasta obtener el 100%, desafÃos de tiempo, 
minijuegos... ¡incluso cuenta con lo peor, que era cuando llegabas al 
final de la versión shareware y no podÃas continuar jugando!.  
    
  En 
mi opinión, Rad Rodgers sabe atrapar muy bien lo que muchos estudios 
indies ignoran a propósito. Por lo general, se tiende a hacer juegos con
 pixelotes como puños para ahorrar en el apartado gráfico, sin ofrecer 
un apartado visual llamativo, se tiende a reciclar y a hacer lo mismo 
que los demás, sin pretender poner un sello propio o realmente idear 
algo con la mentalidad de entonces, y no con la de ahora pensando en lo 
que fue aquello. Un tÃtulo muy entretenido, pero con el gran problema de
 su corta duración, agravado por su relativamente elevado coste. ¿Cómo 
se gestionará la llegada del segundo mundo?
  Espero que a Rad Rodgers le vaya mejor que a Sonic 4...
 
 
Puntuaciones
Gráficos: 8.5
Sonido: 8.5
Jugabilidad: 7.5
Duración: 5.0
Multijugador: 0.0
Historia: 6.0
TOTAL: 7.5
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