| 
 Es la sensaci贸n de injusticia la que 
realmente me encabrona (con perd贸n) y que viene dada por los elementos 
que no controlamos y que, en muchas ocasiones, tienen relaci贸n con 
defectos del juego. Por poner algunos ejemplos, las paredes delgadas 
como verjas o muros bajos, dejan pasar tanto nuestros ataques como los 
del enemigo, a pesar de la evidente limitaci贸n f铆sica, o la caprichosa 
detecci贸n de colisiones hace que nuestro personaje lance animaciones no 
deseadas en los momentos menos oportunos.  
    
  Una dura prueba para nuestra paciencia
  Tengo
 que confesar que en el momento de escribir estas l铆neas, apenas he 
logrado completar la mitad de su recorrido. Cerca de 18 horas me 
preceden, y de estas, fueron algo m谩s de 8 las emplee en completar la 
primera zona, muriendo una y otra vez para, al final decantarme por la 
acumulaci贸n 鈥渟egura鈥 de ecos de sangre para mejorar a mi personaje y 
poder enfrentarme a los enemigos de siempre con mayores garant铆as.
  Llamadme
 manco, pero el primer enemigo imprescindible en la historia, un cazador
 que se encuentra en un t茅trico cementerio, me resulto imposible de 
superar. Tras cerca de 10 intentos prolongados en varias sesiones de 
juego, me desesper茅 y, lo reconozco, busque ayuda en youtube. Este fue 
un momento de inflexi贸n para m铆. De no tener la obligaci贸n de con mis 
lectores, hubiese apagado la consola, guardado el juego en la estanter铆a
 y enterrado su recuerdo en lo m谩s profundo de mi memoria. No fue as铆, 
pues, afortunadamente encontr茅 un video en el que se detallaba la manera
 de reducir la dificultad de los enemigos finales: dejar el juego activo
 durante 12 horas ininterrumpidas.
  Dicho y hecho. Tras toda una 
noche de preocupaci贸n por la cuenta de la luz, despert茅 renovado, con 
ganas de comprobar como ese maldito ser, de ataques inesperados y 
constantes, se hab铆a rebajado a mi nivel y sucumb铆a a mis ataques.
  A
 partir de entonces no solo consegu铆 avanzar m谩s r谩pido, mejorar a煤n m谩s
 mis recursos de combate y descubrir un mayor n煤mero de esplendidas 
localizaciones, sino que sent铆 como el juego me iba atrapando 
irreversiblemente hasta el punto de necesitar expandirlo, mediante foros
 y conversaciones con otros, para revelar todos sus secretos.  
    
  Las armas del cazador
  En
 el juego se nos pide explorar y combatir para desempe帽ar esa labor se 
nos da el control de un cazador que responde con movimientos 
鈥渞ealistas鈥. Esto quiere decir que, al igual que el resto de criaturas 
en juego, nuestro protagonista tiende a desarrollar sus movimientos de 
manera m谩s natural, con los habituales procesos de preparaci贸n, 
ejecuci贸n y recuperaci贸n. Es crucial que, para sobrevivir aprendamos a
 medir las distancias y los tiempos de preparaci贸n de nuestros ataques, 
as铆 como el de los enemigos que nos encontremos. 
 
 | 
 | 
 |