Risen 2: Dark Waters

La experiencia está en los viajes.

Conforme vayamos completando misiones, derrotando enemigo o consiguiendo tesoros conseguiremos puntos de gloria para mejorar las habilidades de nuestro personaje. Los puntos de gloria hacen las veces de puntos de experiencia en otros juegos. Tendremos cinco atributos principales: espadas determinará nuestra habilidad con armas de corte, estoque o lanzas; armas de fuego para manejar con soltura pistolas, mosquetes o escopetas; resistencia, para aguantar mejor los golpes o disparos de los enemigos; astucia, de la cual el mismísimo capitán Jack Sparrow estaría orgulloso ya que podremos robar, embaucar a otras personas y hasta entrenar monos o loros para llegar a sitios de otras formas inaccesibles; y finalmente vudú, mediante la cual podremos poseer a ciertos personajes, maldecir a los enemigos en un combate, crear pociones o talismanes. Estos cinco atributos están divididos a su vez en otros tres atributos secundarios, que aumentarán conforme los entrenemos en uno de los numerosos maestros que hay a lo largo y ancho de las islas que visitaremos a cambio, eso sí, de una buena cantidad de oro.

Tendremos que andarnos con cuidado y seleccionar cuidadosamente lo que queremos aumentar puesto que el oro es un bien bastante escaso. También podremos aumentar estos atributos menores con diversos objetos como pendientes, sombreros, botas o determinados comestibles. La variedad de acciones posibles, golpes, combinaciones de vudú y espadas, o el uso de armas de pólvora queda ensombrecido por un sistema de combate rácano, simple y repetitivo. En los primeros compases del juego, el sistema de combate se nota sobradamente la simpleza de éste, haciendo que el tema de ir aprendiendo nuevas habilidades, bloqueos, patadas y demás se muestre más como un arma de doble filo. Los problemas para encarar a un enemigo concreto hacen que en los combates más multitudinarios se conviertan en una odisea. Al final, el combate se reduce a machacar el botón de ataque constantemente. Una pena que no esté bien explotado del todo ya que, con las posibilidades que se nos abren con la combinación de armas, armas de fuego y vudú se podría haber hecho algo muchísimo mejor.

Apartado técnico.

Respecto a la versión de PC, el juego muestra un considerable bajón en algunos aspectos gráficos en pos de mantener un framerate estable, aunque desgraciadamente no siempre se consigue. Los parajes afrodisíacos, quedan ensombrecidos por la caída de frames en algunas ocasiones, texturas de bajísima calidad, sombras raras, un popping excesivo, hacen que el juego, a pesar de la gran variedad de misiones y cantidad de horas que podemos jugar, sea poco atractivo a primera vista para muchos jugadores.

Los ciclos día/noche están muy bien recreados, siendo perfectamente reconocible la hora del día en la que estamos, aunque, como ya se ha mencionado la aparición de algunas sombras raras, demasiado pixeladas, hacen que el buen trabajo realizado en un aspecto, se vaya al traste con otros poco trabajados. Mención aparte se merecen las animaciones, toscas y demasiado robóticas. La IA tanto de los enemigos como de los compañeros que nos acompañan durante casi todo el juego, es bastante limitada, pero sobre todo, la de los compañeros, los cuales se perderán con bastante frecuencia o se quedarán atrás, obligándonos a retroceder para que nos sigan de nuevo.

La banda sonora que acompaña al juego, se adapta a todas las situaciones con las que nos encontraremos, siendo muy dinámica. A pesar de la buena que es, al final la repetición de las mismas melodías constantemente, terminan por cansar. Las voces, en perfecto inglés, no están muy bien sincronizadas con los gestos de los personajes. Pero más allá va la pérdida de sonido durante combates, o incluso durante algún diálogo.