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 Algo muy importante en un roguelike es que el jugador tenga la 
sensación de que avanza. Aunque el juego  sea placentero a nivel 
jugable, y Dead Cells lo es, hace falta que el esfuerzo se vea 
recompensado. Quizás es ahí donde Dead Cells flaquea un poco, ya que al 
principio del juego cuesta mucho notar ese avance al perderlo todo tras 
comenzar. Si bien tendremos a nuestro alcance algunas mejoras que nos 
ayudan a paliar eso, enseguida se vuelven muy caras y da la sensación de
 que nos hemos topado contra un muro que nos frena en seco.  
    
  Por 
otro lado, si conseguimos avanzar lo suficiente nos daremos de bruces 
con enemigos especiales que hacen las veces de jefe de zona. Al 
derrotarlos conseguiremos habilidades permanentes que nos darán acceso a
 lugares a los que antes no podíamos llegar. En las primeras partidas 
nos llega la sensación de que siempre jugamos en las mismas zonas, 
aunque con un mapeado distinto, pero esto rápidamente se soluciona tras 
vencer al primer jefe, dando lugar a nuevas partes del mapa. El avance y
 el acceso a estas zonas no será lineal. Una vez en la zona inicial 
podremos elegir si nos vamos a una u otra, sin tener que ir pasándolas 
todas del tirón y evitando el tener que derrotar una y otra vez al mismo
 jefe. Aunque sí que hay que tener en cuenta que la dificultad entre 
zonas es diferente. Eliminar al jefe de zona y obtener su habilidad no 
significa que hayamos acabado con esa parte del mapa, ya que también en 
ella podremos avanzar hacia nuevas partes antes ocultas.
  ¿Soy guapo?
  No
 hay nada en el apartado técnico que nos chirríe. Durante su lanzamiento
 fueron muchas las voces que acusaban ralentizaciones y bajadas de 
frames. En este momento no sé si ya han terminado de pulirlo, pero al 
menos los últimos parches parecen haberlo solucionado. No he notado 
ningún bajón en la versión de Switch y todo va perfectamente. El estilo 
pixelado le sienta como un guante. Y no es el tipo de pixel guarro y 
cutre que se utiliza por falta de talento, sino que se trata de un pixel
 art cuidado, mimando al detalle, con luces y fondos trabajados, 
destacando en especial las animaciones de los personajes y cómo afectan 
nuestras acciones al entorno. Sangre sobretodo.
  El apartado musical 
no se queda atrás. Contraste que no se ha optado por un estilo chip 
tune, sino que tanto efectos de sonido como los temas de fondo, con 
fuerte componente de instrumentos de cuerda, son completamente modernos,
 potentes, muy cuidados y con un estilo muy marcado entre zonas. 
  Cuando
 antes mencionaba que el juego tiene que ser placentero, me refería a 
esa sensación de desahogo, de triunfo y poder que se siente al sentir en
 tu mano los golpes del combate, cómo los enemigos se destrozan ante tus
 armas. El sonido de este juego hace mucho por esa sensación y convierte
 los combates en algo que no quieres rehusar.  
    
  Conclusiones
  Dead
 Cells lo tiene todo para ser uno de los grandes referentes del género 
roguelike. Da para horas de combate intentando avanzar un poco más, 
descubriendo nuevas mejoras y nuevo equipamiento en cada partida. Aunque
 a veces esa sensación de progreso se ve interrumpida con cada muerte y 
con todo lo que perdemos por el camino, haciendo que volver a empezar no
 sea siempre algo agradable. Quizás empezar a matar enemigos de nuevo te
 quite ese mal sabor de boca.
 
 
Puntuaciones
Gráficos: 9.0
Sonido: 9.0
Jugabilidad: 9.5
Duración: 9.0
Multijugador: 0.0
Historia: 7.0
TOTAL: 9.0
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