Un caballero, dos colores y un desafÃo de la vieja escuela.
En el panorama independiente, a menudo encontramos joyas que abrazan las limitaciones como una declaración de intenciones. Lejos de perseguir el fotorrealismo, muchos estudios optan por volver a la esencia, a los pÃxeles y a las mecánicas puras que nos enamoraron del medio. Knight's Night!, la última propuesta del estudio NipoBox bajo el paraguas de Eastasiasoft Limited, es un claro ejemplo de esta filosofÃa. Nos presenta un plataformas de precisión que se despoja de todo lo innecesario para centrarse en un desafÃo directo envuelto en una valiente y arriesgada estética de 1 bit.
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Un caballero contra la oscuridad
La premisa es tan clásica como el propio género: un malvado mago ha sumido el reino en la oscuridad, y nosotros, en la piel de un valiente caballero, somos la única esperanza. La historia es una simple excusa para lanzarnos a 25 niveles de plataformeo puro y duro. El bucle jugable es adictivo: correr, saltar, usar un dash aéreo y aplastar enemigos.
Por lo general, los controles son precisos, pero nos han jugado alguna mala pasada en los momentos clave, sobre todo cuando hay que ajustar un salto al pÃxel. La dificultad va en aumento de forma progresiva, y agradecemos enormemente la inclusión de puntos de control en la mayorÃa de niveles, un detalle que evita que un fallo o una muerte un poco injusta nos obligue a repetir la fase desde el principio. A medida que avanzamos, nuestro caballero irá desbloqueando nuevas habilidades que añaden algo de variedad a la jugabilidad.
Los niveles también esconden coleccionables secretos, pero su utilidad es nula. No aportan nada más allá del puro hecho de tenerlos, asà que su única función parece ser la de alargar artificialmente una duración que, en general, se siente un poco corta. Quién sabe si en un futuro se usarán para añadir nuevos logros o trofeos, pero de momento, son un añadido sin sustancia.
Apartado técnico
Aquà es donde Knight's Night! muestra toda su personalidad, para bien y para mal. Es un apartado de extremos que sin duda generará opiniones encontradas. El juego apuesta por un valiente y radical estilo visual de 1 bit, es decir, puro blanco y negro con pÃxeles como puños. Es una decisión que le otorga un carácter único y un aire retro innegable. Las animaciones de nuestro caballero, sorprendentemente fluidas, contrastan con la simplicidad del entorno, creando un efecto muy particular. Sin embargo, esta estética es un arma de doble filo. En más de una ocasión, el contraste absoluto y la falta de matices nos ha jugado una mala pasada, haciéndonos dudar si una silueta en el suelo era una trampa mortal o simple decoración del escenario. Es un estilo con mucho carácter, pero que a veces sacrifica la claridad en el altar de la nostalgia.