Diez años construyendo un sueño… que ahora debe enfrentarse a la realidad.
Y sí, así es, después de su larga historia Lost Soul Aside, llega al mercado sin apenas hacer ruido. El proyecto, que comenzó como un proyecto de una persona en solitario, llamó la atención de Sony Computer y a través de su proyecto China Hero Project. Al crecer el interés y la financiación, Yang Bing fundó Utilizero Games para crear el juego que tenía en mente, del que hoy te hablaremos.
Contra el malvado imperio
Kaser, protagonista del juego y su hermana, Louisa, quedaron años atrás huérfanos por una guerra que aupó al poder al emperador, que con mano de hierro, y otras características de gobiernos tiránicos, se ha ganado el descontento general de pueblo. Así es como nos enrolamos en el grupo Esplendor, un grupo revolucionario que pretende aguarle la fiesta al emperador, aunque (oh! Sopresa!) todo se trunca.
Una lluvia de meteoritos interrumpe todo, pero no vienen solos ya que de esos meteoritos surgen unas criaturas extrañas, los nihilos, capaces de absorber el alma de las personas. Y claro, será nuestro deber expulsar a estas criaturas e intentar salvar a la humanidad de tan aciago destino. Aunque en esta misión no estaremos solos ya que, además de nuestra hermana y el grupo Esplendor conoceremos a una criatura ancestral llamada Lord Arena (o Arena a secas), que se fusionará con nosotros otorgándonos ciertos poderes que iremos mejorando y controlando según avance la historia.
No es una historia que sorprenda, que tenga giros de guion que te hagan replantearte cosas, simplemente cumple y está ahí como elemento que hace de vehículo para la trama.
Hack and Slash con toquecitos RPG
Empezamos con la parte fuerte del juego que es el combate. Los combates son la piedra angular del proyecto, ya que ninguna otra cosa del título, ya sea jugable o no, puede hacer que nos enganche. Es un combate frenético el cuál mezcla combos, esquivas o parrys. Tendremos varias armas a nuestra disposición cada una con un estilo de lucha distinto lo que le aporta profundidad al gameplay y, por supuesto, las habilidades de nuestro huésped, Arena, que causarán estragos en las vidas de los enemigos.
Aunque el clímax de los combates realmente llega con los jefes, que pondrán a prueba nuestras habilidades y todo lo aprendido contra los enemigos comunes. Y es que suponen un buen reto aunque no llega a ser nada frustrante. Por su parte el juego, si morimos varias veces nos recompensará con objetos para equilibrar la dificultad, ya sería nuestra decisión usarlos o no, aunque también hay que decir que no tiene una dificultad endiablada como para caer ante cada jefe ocho veces.
En cuanto a la parte RPG del juego, podemos decir que cada arma tiene su propio árbol de habilidades, más bien cada tipo de arma, que nos permitirán desbloquear combos y técnicas nuevas. También iremos consiguiendo objetos para mejorar las armas con diferentes habilidades pasivas como daño elemental, más poder, etc aunque esto último es un poco... extraño. Me explico, son pequeños objetos que podremos (y deberemos) engastar en el arma, de forma literal, creando unas composiciones en la misma un tanto feas, por norma general y por decirlo finamente.
La exploración de las diferentes zonas es totalmente lineal, y ojo, esto no lo menciono como algo negativo, en una escena donde los mundos abiertos gigantes están a la orden del día, encontrarte un juego más lineal y que no sature tanto al jugador con cientos de objetivos y coleccionables no es más que un pequeño respiro. Durante nuestra travesía por los diferentes niveles nos encontraremos zonas de plataformeo, recolección de recursos para diferentes usos como creaciones de armas, e inclusive algunos pequeños retos en forma de minijuegos.
Hay que mencionar, que el juego empieza con un combate bastante genérico, vamos a decir, pero conforme avanzamos y desbloqueamos habilidades, armas, y nos familiarizamos con los subsistemas en el mismo, se disfruta mucho. Eso sí, hay que pasar un pequeño arco de alrededor de un par de horas para ver el potencial que tiene jugablemente.
Producción doble AA
Gráficamente el juego tiene luces y sombras. Artísticamente tiene buena dirección, con algunos parajes que distan mucho de ser mediocres pero, en ciertas ocasiones, notamos un alto contraste entre algunos de ellos. Algunas localizaciones, como la ciudad que hace de nexo del resto del mundo, se siente totalmente vacía, sin vida, si es cierto que encontramos algunos npcs con los que interactuar, pero casi como algo anecdótico por así decirlo. Este vacío se siente en muchos escenarios.
Al igual que algunos escenarios, determinadas acciones de Kaser o de los enemigos se sienten demasiado robóticas, como si le faltase un tiempo para acabar de pulirlas. Por otra parte en las cinemáticas o interacciones con otros personajes, notamos la falta de expresividad de los mismos, no llegando a “conectar” con ninguno de ellos dada las nulas emociones que transmiten sin importar el contexto.
La música se destaca con buenas melodías acordes con cada situación. A los efectos de sonido le pasa lo mismo que hemos citado anteriormente, los hay buenos, cumplidores, y otros que ni fú ni fá. Para las voces de los personajes podremos elegir entre chino, japonés e inglés. Al ser un juego chino y con una estética oriental tan destacable, personalmente tiraría por el chino, pero eso ya a gusto de cada uno.
Conclusión
Lost Soul Aside seguramente no sea lo que esperaba gran parte del público que ha conseguido atraer durante los años que ha durado su desarrollo. Se queda a caballo entre un gran juego y un juego mediocre. Jugablemente lo que más destaca es su sistema de combate, pudiendo hacer que pasemos por alto sus otras carencias como la inconsistencia narrativa, o lo dispar que resulta gráficamente. Repito no es para mal juego, es un juego muy disfrutable, pero tal vez todas las expectativas que se generaron a su alrededor no se vean cumplidas y por ello mucha gente no le dé la oportunidad que se merece.
