El sistema de combate es claro y directo: Pega hasta eliminar al enemigo y evita que te peguen para no ser eliminado.  Contaremos con habilidades que necesitarán ser cargadas antes de poder ejecutarlas, pero en esencia es eso, un combate sencillo para hacer el título accesible a todos los públicos. Además, el juego no penaliza mucho al jugador que muere, ya que tan solo perderá algunos de los materiales que había recolectado y será teletransportado de nuevo a tu ciudad.

Ligeros problemas solucionables para un gran título

Sin embargo, no todo son buenas noticias para los jugadores de Dragon Quest Builders, y es que el título tiene algún problemilla de cámara. Si bien es cierto que en los espacios abiertos no dan problemas, en cuevas y minas puede generar auténticos quebraderos de cabeza, porque si está muy cerca la pared del personaje se pasa a una especie de pseudo-primera persona en la que te puedes ver enterrado en un agujero con mucha dificultad para salir.

Otro problema viene de la mano de la banda sonora, repetitiva hasta la saciedad. Atrás quedan las grandes composiciones de los mejores Dragon Quest, estamos ante un juego muy machacón y que puede ser mejor jugar con nuestra propia música de fondo, sobretodo dará menos dolores de cabeza.

Pero sobretodo, no tratéis de convertir el juego en un plataformas saltando entre alturas, el juego está pensado para tender puentes o crear pasos elevados, puede que os llevéis más de una sorpresa desagradable si tratáis de hacer el saltimbanqui

En definitiva, este título despierta las posibilidades imaginativas de los más fans de Dragon Quest, y se convierte en un buen experimento para jugar con los más pequeños bajo el marco de un mundo con un lore que conocemos y nos gusta. 

Puntuaciones

Gráficos: 8.0

Sonido: 5.0

Jugabilidad: 9.5

Duración: 6.5

Multijugador: 0.0

Historia: 7.0

TOTAL: 7.2