Dead Island: Riptide

Para progresar en la historia deberemos superar las misiones principales y así intentar buscar una salida lo antes posible. La otra opción son las secuendarías, dispondremos de un buen número de ellas, con más variación que la primera entrega pero muchas son similares. De hecho se pueden ir realizando varias a la vez mientras investigamos. Una de las novedades en la introducción de un modo horda, habrá diferentes momentos que estemos en una zona determinada y habrá que protegerla de varias oleadas zombis. Para ello tendremos que poner trampas o vayas que dificulten su acceso, también contaremos con ayuda de los NPC, aunque según aumente el número, los enemigos serán más díficiles se vencer además de que llegarán todo tipo de estos y no los zombis básicos.

A todo lo mencionado anteriormente hay que agradecer la libertad que tenemos en todo momento, salvo el prólogo pero que es lógico ya que es una misión introductoria y a modo tutorial. Una vez en la isla la podremos recorrer a nuestro antojo, salvo algunas zonas que sólo podremos acceder a ellas en misiones determinadas, pero tampoco es algo que influya mucho. A todo ello hay que mencionar la incorporación de nuevas armas, objetos y vehículos como las barcas para surcas las zonas de agua que nos ayudarán y proporcionarán más variedad, como sucede con los enemigos, según la zona será más común ver uno u otros, con la opción de enfrentarnos a ellos directamente o evitarlos, hay ocasiones que será necesario el combate. En general, todo este conjunto de elementos están correctamente combinados para ofrecer una aventura de acción con toques roleros.

La dificultad sigue siendo adaptativa al nivel de nuestro personaje, a medida que vaya siendo mayor, los zombis también serán más duros, pero tampoco encontraremos mucha diferencia de niveles, suelen estar entre 2 o tres ya sea por encima o por debajo nuestra. Otra ventaja es que si morimos, sería extraño no hacerlo en ningún momento durante toda nuestra aventura, reviviremos en una ubicación cerca a nuestra última posición, de esta manera nos ahorraremos el tener que estar dándonos largas caminatas, pero seguiremos perdiendo dinero por ello. Por último está la duración, un dato dificil de calcular porque influyen mucho factores, sin contar nuestra habilidad, si realizamos sólo las misiones principales, si estamos solos o acompañados o si lo rejugamos, con todo este podríamos estar hablando perfectamente de 20-30 horas.

La supervivencia en grupo es más segura

Dead Island: Riptide puede jugarse completamente en solitario, pero también se podrá hacer de manera cooperativa con hasta cuatro jugadores a través de los servicios online de cada plataforma. De hecho la modalidad multijugador es uno de los puntos fuertes, ya sea porque lo queramos disfrutar con amigos, unirnos a otros jugadores que se encuentren por nuestra zona o dejar nuestra partida pública para todo aquel que quiera incorporarse. Por ese motivo se ha mantenido prácticamente igual, posiblemente con una mayor y mejor estabilidad. Si queremos salir en cualquier momento, o los otros abandonan no pasará nada, el propio juego nos indicará qué queremos hacer para proseguir la partida. Así no perderemos ningún tipo de progreso o avance que hayamos hecho hasta ahí.

Apartado técnico

Dead Island: Riptide ha mejorado notablemente respecto a su antecesor, ya que éste último daba la sensación en muchísimas ocasiones de inacabado. Aquí más que intentar impresionar gráficamente, se ha optado por pulir y arreglar todos esos fallos e imperfecciones que habíamos visto en Dead Island. El modelado de los personajes principales se ha visto levemente retocado, intentando transmitir un poco más de realismo. Lo mismo ha sucedido con todos los zombis, aunque la mayoría directamente son un calco de la primera entrega, es cierto que se han intentado suavizar, pero tampoco es en algo que se hayan detenido mucho tiempo. Al menos el nivel de sadisco se ha aumentado, podremos descuartizarlos completamente mientras la sangre salta por todos lados.