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 Gráficamente el juego no es ningún portento pero tampoco es 
cojo. La isla tiene un tamaño considerable, aunque no ofrece las 
posibilidades que si tienen otros juegos del mismo corte. Los 
espectaculares tiroteos, en ocasiones con bastantes enemigos en 
pantalla, pasan por delante de nuestros ojos sin ninguna caída en la 
tasa de imágenes por segundo. Se le puede achacar lo oscuro de la paleta
 de colores, aunque esta forma parte de la atmósfera tan especial que 
envuelve este Blood Dragon.   
    
  El gameplay tiene muchísimas 
similitudes con Far Cry 3 (como no podía ser de otra forma). 
Movimientos, ejecuciones y habilidades de las que hacíamos uso en FC 3, 
estarán presentes, aunque el sistema de habilidades se ha reducido y 
“linealizado”. Cada vez que ganemos puntos de experiencia y vayamos 
aumentando niveles, se nos hará entrega de una mejora o una habilidad 
nueva. 
  Si bien en Blood Dragon se minimaliza las posibilidades 
de FC 3 si nos alejamos del hilo principal de la historia. Para cumplir 
las misiones secundarias primero deberemos reconquistar una base. 
Podemos hacerlo de varias maneras, a tiro limpio, con sigilo o usando 
los animales del entorno para que hagan el trabajo sucio por nosotros. 
¿Que cómo conseguimos esto?, pues bien, cerca de las bases puede haber 
algún dragón, usando objetos (cibercorazones) que conseguiremos matando a
 los ciborgs que nos encontraremos por el camino. Una vez tirado el 
corazón, el dragón lo olerá y comenzará su matanza. Una vez liberada 
tendremos acceso a las misiones secundarias disponibles en esa base. Tan
 sólo nos encontraremos dos tipos de estas misiones: liberar al rehén o 
de caza. La variedad como véis no está a la orden del día.
  Cómo 
leéis hasta este punto, no hay mucho en lo que destaque Far Cry 3 Blood 
Dragon, pero, lo mejor está por llegar. Lo que hace de este Blood Dragon
 un título especial, un título muy a tener en cuenta es su ambientación,
 su atmósfera retro. Desde la primera línea del código del juego hasta 
la última está marcada con el inconfundible sello de los años 80. Guiños
 por doquier a infinidad de películas y, que si somos fans de éstas, 
serán fácilmente reconocibles o la música tan especial de las películas 
de la época. Humor a raudales en cada comentario de Rex, en cada diálogo
 con otros personajes de la historia, eso sí, sin faltar el lenguaje 
burdo y soez. Además con el punto a favor de un doblaje al castellano de
 muchísimo nivel.  
    
  Conclusión
  Far Cry 3 Blood Dragon ni es
 una expansión de Far Cry 3, ni pretende serlo. Es un juego con un 
espíritu propio, con una personalidad propia muy fuerte y arraigada en 
la década de los 80. Tanto si eres fan de las pelis y la música de la 
época, como si no, Blood Dragon no te dejará indiferente. Su aire 
retro-futurista, con grandes dosis de humor y macarrismo le hacen un 
juego especial. La duración del título no está a la altura del conjunto 
global ya que en unas 8 horas podremos conseguir el 100% del juego. Al 
igual que la duración, la variedad de misiones secundarias o tareas a 
realizar más allá de la trama principal, es nula. Blood Dragon a pesar 
de estos dos inconvenientes es un título muy divertido y que conseguirá 
sacarte más de una risa mientras lo juegas. 
 
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