De igual modo, esta simpleza impregna también la jugabilidad base. Con la excusa de pertenecer a Ad Libitum, tenemos que estar continuamente aceptando tareas que nos llevan una y otra vez a explorar las mismas mazmorras, que se repiten hasta la saciedad. Los trabajos que nos ofrecen son muy poco variados; en general la mayor parte de las tareas consiste en coger un ingrediente para alguien, eliminar a tantos enemigos o buscar a cierta persona, pero poco más. Naturalmente no todas las labores están valoradas de la misma forma y cuentan con diferentes estrellas de dificultad, algunas son irrelevantes para la trama y otras necesarias para avanzar. Al completar se nos obsequiará con dinero y ciertos objetos, dependiendo de la misión.

Las conversaciones juegan un papel central en el título, y aunque el personaje principal es mudo (Mormo hace de relaciones públicas), elegir una respuesta u otra en los diálogos afecta a las relaciones sociales con los otros personajes. Sin duda el tema de las conversaciones es uno de los puntos fuertes de este videojuego.

¡A las armas!

El sistema de batalla incorporado en Radiant Mithology está basado en el implementado en Tales of the Abbys, se trata de un sistema bautizado como Flex Range Linear Motion Battle System. Las directrices son parecidas a las de otros "Tales of", por lo que durante las mazmorras veremos al enemigo en el mapeado y podremos elegir si combatimos o pasamos de largo. En caso de lucha, se nos manda a una pantalla específica de batalla, como en los combates aleatorios de toda la vida, pero no se trata de un juego por turnos, aquí manejamos al personaje en todo momento, lo movemos, nos acercamos o alejamos del enemigo a nuestro antojo y le atacamos o nos defendemos con solo pulsar botones. Además existe la posibilidad de configurar ataques especiales-artes- (que se obtienen al subir de nivel) para ejecutarlos tocando una de las direcciones de la cruceta y el círculo. Por añadidura también está al servicio del jugador la opción de desencadenar hechizos, en caso de tener en las filas a alguien con poderes mágicos.

En ningún momento dispondremos de compañeros fijos que nos acompañen durante las largas travesías por las mazmorras. Kratos, Lloyd, Arche, Raine y los demás personajes clásicos de los "Tales of" se ofrecerán a venir con nosotros en según que misiones, pero también podremos llamarlos nosotros mismos. Claro que, si no tenemos la fama suficiente, declinarán la oferta que les brindamos.

Como todo guerrero acostumbrado a las largas aventuras, las habilidades culinarias tienen que cultivarse para poder sobrevivir. Bueno, en Tales of the World no necesitaremos comer para vivir, pero si podremos hacerlo si así lo deseamos. También se pueden crear nuevos objetos, armas y ropas a partir de materias primas.

 CONCLUSIONES

La segunda incursión de la saga "Tales of" en Play Station Portable no es todo lo buena que debería ser. Una franquicia de tanta calidad merece títulos más trabajos. Este es un juego carente de carisma, con buenas ideas pero mal desarrolladas. Al principio divierte, pero cuando pasan unas horas en seguida se convierte en un suplicio eso de visitar una y otra vez la misma mazmorra para realizar las mismas tareas repetitivas. A pesar de ello, el juego contiene un sistema de combate muy atractivo, conversaciones amenas y el aliciente de tener personajes secundarios muy carismáticos.

Puntuaciones

Gráficos: 7.5

Sonido: 7.0

Jugabilidad: 5.0

Duración: 8.0

Multijugador: 0.0

Historia: 7.0

TOTAL: 6.0