Los escenarios empañan un poco el resultado final; a pesar del mimo con el que están hechos los personajes, encontramos los entornos aburridos, poco detallados y excesivamente repetitivos. Las mazmorras son monótonas a más no poder, suelen tener varios pisos y son tan semejantes entre sí que es muy fácil desorientarse y terminar vagando cual fantasma errabundo. La cámara-aunque móvil- tampoco ayuda en ese aspecto, a veces se coloca en zonas inoportunas que impiden maniobrar con celeridad. Además se ha abusado excesivamente de la niebla, que está presente en casi la totalidad del juego. Por fortuna el juego no sufre de las temidas bajadas de framerate y se mantiene estable siempre.
En cuanto a la banda sonora original compuesta para Tales of the World, hay que decir que pasa absolutamente desapercibida. Se han escrito temas que apenas dan juego, melodías agradables pero carentes de ningún carisma. Para más inri, el precioso opening cantado por la japonesa Kana Uemura, Hikari to kage, ha sido suprimido en las versiones PAL y NTCS, cosa que ha ocurrido tradicionalmente en la saga y que suponemos será por cuestión de derechos.
El punto fuerte del apartado de sonido está indudablemente en el más que correcto doblaje de los personajes, en inglés, pero con actores que resultan convincentes. Eso sí, los amantes de las versiones originales no podrán disfrutar de las voces japonesas. El resto de los efectos de sonido, es decir, golpes de espada, magias y demás cumplen perfectamente con su función.
JUGABILIDAD
Ya hemos adelantado algunas de las particularidades de Radiant Mithology a lo largo de este texto, pero se hace necesario profundizar en algunas de estas cuestiones. Al principio del juego, el primer paso es crear a nuestro personaje. Para ello disponemos de un sencillo editor con el que podremos decidir el sexo del héroe, el tipo de cara-sólo hay seis variantes-, el color de los cabellos-cinco posibilidades-, el de la piel-tres-, la voz-tres-, el nombre y por último la especialización, a elegir entre guerrero, ladrón, clérigo y mago. Dependiendo de la elección la dificultad variará notoriamente, siendo la profesión de guerrero recomendada para los principiantes y la de mago para los especialistas. Aun y todo, el sistema de "jobs" no es hermético, si de inicio eliges un determinado trabajo que no te satisface, podrás cambiarlo posteriormente durante el juego sin tener que volver a empezar de nuevo. Por otro lado, los diseñadores han hecho especial hincapié en la personalización de las ropas y armas para conseguir crear un personaje a la medida del jugador.
La mecánica de Tales of the World ha sido extremadamente simplificada con respecto a otros juegos de la serie. Se acabaron los paseos por los pueblos y la investigación de cada callejuela en busca de secretos. En lugar de eso, cuando estemos en el poblado, tendremos que guiarnos a través de un menú donde están colocados los emplazamientos básicos (posada, plaza, tiendas, etc); para acceder a dichos edificios habrá que pulsar el lugar correspondiente del mencionado menú. Ciertamente da una sensación de pobreza bastante grande, en un RPG el factor exploración es un elemento importante y aquí ha sido parcialmente eliminado.
