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El estilo de combate es un hack & slash de dos movimientos… uno básico y un “flourish” que viene a ser un movimiento especial de terminación solo habilitado cuando tenemos una serie de golpes previos del movimiento básico. Luego un movimiento de defensa y combinaciones de magia en tiempo real terminan el sistema.
El control es simple y no cuesta mucho aprender a usarlo… los botones están distribuidos de manera cómoda aunque encontré molesto el que el botón que se usa para correr también es el de “flourish” en los combates de manera que si en una situación de batalla en la que se cargó el movimiento de terminación, por el contrario no deseo usarlo sino salir corriendo, se me plantea una situación incomoda en la que en vez de correr realizo un movimiento indeseado. Salvando este detalle el juego no presenta problemas de control.
La aventura se desarrolla en un mundo abierto en el cual puedo ir y volver a voluntad (con ciertas limitaciones), en el cual se toman búsquedas y se resuelven obteniendo por ellas un premio en dinero y en renombre, el cual luego afecta las actitudes de los NPC hacia nosotros. La gran mayoría de la acción se corresponde con batallas o búsquedas de recolección de ítems o pruebas de habilidad… los puzzles son mínimos en todo el juego.
El sistema de moral es llamativo, se basa no en elecciones de diálogos, sino en hechos… por ejemplo romper una ventana en un pueblo es vandalismo y eso nos da (aparte de una multa por parte de la guardia) puntos de maldad. El problema que se presenta en este sistema de moral es que muchas veces ganamos puntos de alineación sin quererlo. Ejemplo: elegimos ser malos, todas nuestras actitudes se enfocan al mal, pero si en un camino un bandido nos ataca sin que le hayamos hecho nada y lo eliminamos recibimos puntos del bien solo por este hecho, cuando en realidad lo único que hacíamos era defendernos… cuestiones como estas dificultan mantener una alineación ya que muchas veces ganamos puntos de un lado sin estar buscándolo, sino sólo por reaccionar ante una situación inevitable.
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