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Claro está, que cada grupo tiene un tipo de chica asignado. Así, los chulos se llevan a las más "infieles", los matones a las más líderes y los pijos a las más tontas. Los empollones... en fin.
Habrá quien se pregunte... ¿todo el juego se desarrolla en el instituto? Pues no. Al poco de comenzar a jugar y adaptarnos a las misiones y al control, saldremos del instituto para abrirnos paso en la ciudad, pero la mayor parte del juego se localiza en el internado. Incluso encontraremos lugares de alojamiento fuera del instituto, o trabajos esporádicos como cortar el césped o repartir periódicos para ganar dinero. Aquí es donde vemos el tamaño del juego. Una ciudad bastante grande, no comparable a la de San Andreas de Grand Theft Auto en tamaño pero sí en parecido, pero teniendo en cuenta que no podemos utilizar coche y a todos sitios tendremos que ir a pie, en bicicleta o en moto, nos queda una ciudad bastante interesante, con distintos barrios y distintas zonas de ocio, comercio, playa e incluso tiendas donde tendremos que comprar en más de una ocasión. De esta forma, la fama la iremos consiguiendo tanto dentro, como fuera del instituto. El control y la forma de jugar lo comentaremos a lo largo de esta review.
GRÁFICOS
Canis Canes Edit mantiene una calidad similar a la de The Warriors, con unos modelados muy bien conseguidos, muy característicos y con muchos detalles, así como escenarios muy interactivos donde todo puede ser destrozado, lanzado o utilizado para algún fin en particular.
A diferencia que e The Warriors, los civiles y personas ajenas a la historia están muy bien recreados y con el mismo detalle que los demás, aunque se nota en los vehículos que han ahorrado en polígonos. Se echa en falta algo más de efecto de iluminación, ya que... a pesar de ser de día o de noche, en el exterior o interior de un edificio, las sombras no son muy dinámicas. Con respecto a las estaciones climatológicas... se producen unos cambios muy atractivos. Cuando es invierno, la imagen aparece muy quemada, con tonalidades azules y con un efecto de difuminado extraño que transmite toda la sensación de frío. En otoño la fotografía pasa a ser de color marrón, las hojas secas amontonadas en el suelo, el césped de color verde seco... así como en primavera todo reluce y los colores son muy vivos y en verano el sol deslumbra más.
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