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Los otros botones servirán para mostrar u ocultar el pésimo mapa del juego, el cual no muestra nada más que la ubicación de la protagonista en un minúsculo cuadrado, aunque sinceramente resulta más molesto que útil. También podremos fijar un blanco cuando estamos peleando pulsando el botón L1, aunque este sistema deja bastante que desear. Además podremos limpiar el filo de la espada ya que, como curiosidad, la espada de la protagonista se llenará de sangre conforme elimine enemigos, y cuanta más sangre tenga la hoja de la espada menos poderosa será e incluso correremos el riesgo de que la espada se quede dentro del cuerpo de algún zombi. Otro detalle curioso es el hecho de que Aya puede entrar en el modo “Delirio”, que se da cuando lleva encima demasiada sangre de los enemigos sufriendo una transformación; en este estado será mucho mas rápida y fuerte de lo normal pero cada cierto tiempo se nos restará salud, lo cual obligará a usar este estado o transformación de forma prudente, normalmente perderemos más vida por culpa de este estado que por el ataque de los torpes enemigos.
Los movimientos de la protagonista son pocos y además algunos de ellos inútiles, esto irremediablemente repercute en la jugabildad del título volviéndose muy monótono y aburrido el matar a cientos de zombis a cada dos pasos que damos por los, por otra parte, grandes escenarios del juego, pero a las pocas horas la diversión se evaporará y dejará paso a la monotonía y al aburrimiento inevitablemente tanto en el modo principal como en el prescindible modo Survival, ya que estos dos modos tienen el mismo planteamiento, y llegan a parecer incluso el mismo, el único modo que se salva en este aspecto y que rompe la monotonía es el corto modo Quest donde deberemos cumplir ciertos requisitos en misiones de muy poca duración si queremos superarlas.
Apartado técnico:
El apartado gráfico del juego es cuanto menos discreto, donde sólo destaca de forma notable el diseño de la protagonista, muy bien animado y moldeado. El diseño de los enemigos es sólo correcto y además son parecidos entre sí, además de repetirse demasiado. Casi todos los enemigos conforme reciben golpes pierden partes del cuerpo, pudiendo quedar solamente las piernas del pobre enemigo. Los pocos efectos gráficos que veremos durante el juego como polvo, sangre o fuego son de una calidad muy discreta también, los escenarios son grandes aunque muy vacíos y nada interactivos, y gozan de un diseño poco atractivo y nada llamativo.
El apartado sonoro es también muy discreto con unas melodías correctas aunque algo cortas y faltas de carisma o emoción, unos efectos de sonido correctos aunque poco numerosos, y unas voces en japonés bastante buenas, aunque pocas veces tendremos ocasión de escuchar ningún tipo de voz durante el juego.
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