|
Llega a las tiendas lo nuevo de Lucas Arts, un juego esperado y deseado porque narra los capítulos perdidos entre el Episodio III y IV. Ahora, toca manejar el lado oscuro de la fuerza
EL PODER DESATADO
La saga cinematográfica de George Lucas sigue su curso a pesar de que su andadura en los cines, ha priori, ha finalizado. La nueva trilogía, ha servido como plataforma para reactivar un poco más si cabe el furor por Star Wars, que sin embargo se mantiene en las cotas más altas desde su estreno, hace más de treinta años. Conseguir algo así es realmente impresionante, pero su creador ha sabido llevarlo con maestría. Lucas Arts, empresa que se encarga de todo lo relacionado con la saga galáctica, ha creado una línea que incluye todo tipo de productos; desde muñecos y camisetas, hasta videojuegos y libros. La historia, por lo tanto, prosigue; aunque no habrá más filmes (por el momento al menos, que nunca se sabe lo que puede deparar el futuro), Lucas ha manifestado su intención de seguir ahondando en el argumento, principalmente a través de videojuegos. También verá la luz una nueva serie de animación, cuyo capítulo piloto- Star Wars: Las Guerras Clon- pudimos ver en la gran pantalla el pasado mes de septiembre.
Dejando de lado los demás productos y centrándonos en los videojuegos, en los últimos años hemos visto una ingente cantidad de títulos, algunos de gran calidad- como el sublime Caballeros de la Antigua República (BioWare Corporation), los Jedi Knight (Lucas Arts) o la saga Roque Squadron (Factor 5), con entregas para Nintendo 64 y Game Cube (además de la versión PC de la primera parte). Naturalmente, también ha habido juegos que no han dado la talla. En ese sentido, el productor de Lucas Arts, Cameron Suey, admitió que algunos videojuegos basados en la franquicia habían resultado decepcionantes. No obstante, rápidamente apuntilló que en Star Wars: El Poder de la Fuerza, eso no iba a ocurrir, puesto han “cumplido con el nivel de calidad” que se marcaron. La verdad es que el salto de Star Wars a la nueva generación no ha dejado indiferente a nadie; desde las primeras demos técnicas que se mostraron, con la combinación de la tecnología de físicas Euphoria, Havok y DMM (Digital Molecular Matter), que permiten-entre otras cosas, destrucciones realistas- muchos lo vieron como uno de los grandes juegos para el futuro. Ahora bien, quizá el exceso de optimismo ha terminado por hacer mella, pues tras el lanzamiento de la demostración, no pocos jugadores declararon su decepción al entender que no era lo que ellos esperaban. Después de acabar El Poder de la Fuerza, uno se queda con un sabor un tanto agridulce. Se trata de un buen juego, divertido y directo, pero le falta un trecho para convertirse en el “must have” que parecía poder llegar a ser.
Un guión claro-oscuro
Argumentativamente, Star Wars: El Poder de la Fuerza posee un atractivo especial, y es que profundiza en un espacio temporal muy poco explorado. El hilo conductor se enmarca entre los episodios III y IV, es decir, La Venganza de los Sith y Una nueva Esperanza. Han pasado ya bastantes años desde que Lord Sidious, el antiguo senador y posteriormente canciller, pero Sith en la sombra, se hiciera con el control de la República e instaura el primer Imperio Galáctico. Como Emperador, gobierna con la tiranía y el miedo como estandarte principal. Allí está también Lord Darth Vader, el an tiguo aprendiz de Obi Wan Kenobi que, antes de caer en las redes del lado oscuro, era un prometedor Jedi llamado Anakin Skywalker.
|
|
|
