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Napoleón se pasea por España
Los juegos de estrategia de PC son uno de los géneros más sólidos y prolíficos que existen desde hace ya décadas. Esta riqueza tiene varios puntos de partida: primero, porque el jugador de PC más clásico, el que lleva jugando a juegos de compatibles desde los años 80 o incluso antes, suelen tener unas pretensiones sensitivas que a un joven que, normalmente, lo único que busca son juegos de acción espasmódicos. Otro referente en este sector son los equipos y denominados “juegos de oficina”. Existen dos jugadores en el mundo del PC bien diferenciados, uno considerado “hardcore”, siempre a la última en actualizaciones y parches, aprovechando al máximo el rendimiento de su equipo con el fin de hacer correr el último juego “benchmark” a la máxima resolución posible (por otra parte, una carrera sin tregua a la estupidez..). El otro tipo de jugador es más paciente, menos alejado de este saca cuartos sin razón de ser que simplemente utilizan los videojuegos como vía de escape, como mero pasa tiempo (vulgarmente señalados como “casual” gamers, de forma despectiva, arbitraria y lamentable). Probablemente este juego este enfocado a ambos targets, ya que aunque tan sólo necesita un ordenador modesto para hacerlo funcionar, su profundidad y características jugables son lo suficientemente ricas para cualquier tipo de jugador. Además, el título de Paradox tiene virtudes culturales, caso doctrinales a tener en cuenta, ya que se centra y profundiza en la campaña de Napoleón Bonaparte.
Para refrescar la memoria, Napoleón (figura política y militar de tal relevancia que tan sólo su nombre es un icono lo suficientemente fuerte como para rememorar toda la figura) nació en 1769 y muerto en 1821, fue emperador de los franceses, rey de Italia y uno de los cancilleres militares más importantes de la historia de la humanidad. Sus guerras fueron famosas por la gran cantidad de soldados involucrados y victorias tan estrepitosas como sus derrotas.
Europa Universalis III: Napoleón no obstante, no es un juego completamente nuevo, es la expansión de la tercera entrega. En el original se podía elegir cualquier país del mundo, pero en este se ha decidido centrar y expandir los violentos sucesos de la Francia del siglo XVIII. En el juego se nos proponen de forma principal dos conceptos interesantes: hacer fracasar los planes del general o tomar su papel y llevar a Francia a la gloria. Esta expansión es independiente a la tercera entrega, por lo que los jugadores que no hayan adquirido el original no se han de preocupar. Para los que hayan jugado a EUIII, no desestiméis esta expansión: incluye más horas de juego, nuevas misiones, unidades y opciones.
Todo el diseño gráfico (sin duda, principal atractivo y prioridad en este tipo de juegos) continúa siendo elegante y plano, serio pero sin resultar histriónico o pedante. Los combates se muestran en un mapa tridimensional donde se puede apreciar con detalle los combates, sin ser muy espectaculares pero funcionales. Uno de los principales defectos de esta franquicia es que se confunde en pretensiones: si aspira al segundo target de jugadores (los del equipo modesto) el juego exige un PC bastante potente para un juego de estas características, ya que realmente no muestra en pantalla nunca ningún momento realmente deslumbrante, es más falta de técnica y optimización que requisitos reales.
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