Cuando las comparaciones son odiosas

Hay veces en las que es necesario plantearse cuando estamos hablando de hobby, cuando de industria y cuando de arte o cultura. Aunque tenga una opinión muy firme al respecto, en algunas ocasiones admito que puedo llegar a dudar en vistas de la exquisitez plástica alcanzada por algunos títulos o lo ambicioso de su concepto. Pero amigos, Championship Manager es justo lo que parece, un juego de industria para la industria futbolística, ni más ni menos, dónde se puede medir de forma muy consciente por el baremo de la matemática y la estadística en vez de con el del sentimiento. Y con los datos en la mano, Championship Manager pierde.

Este subgénero, el de manager futbolístico, cada vez más emergente y menos marginal esta proliferando en una serie de títulos que, mientras que algunos parecen afincarse cada vez más y apostar por unos cánones de calidad, otros como el que nos concierne parece haber perdido el rumbo (un rumbo firme antaño).

Desde que la compañía se des-fragmentó y pasó a ser parte de Sega (de dónde surgirían los fantásticos Football Manager, evidentemente) dejo el exhaustivo realismo y prácticamente desquiciante dificultad y profundidad para perderse en la ridícula suerte (sin duda, la realidad del fútbol pero nunca debería de serlo en un videojuego que se basa en la pura estadística).

Championship Manager es, pues, una versión simplificada, reducida…y más cara que Football Manager. ¿Tiene sin embargo, en su simpleza, un público al que poder acceder? ¿Un publico que prefiera el menos al más? Por unos cuantos errores de diseño, lamentablemente no. Y es preocupante ya que de haber sido así, la balanza se hubiese podido equiparar entre ambos. Pese a que en general el juego es ampliamente más simple, la interface, todo el aspecto visual es más pobre, menos elegante y más rebuscado que en Football Manager. Este desastre nos lleva a creer que hay más dónde realmente no, abrumando primero al jugador para después decepcionarlo. No hay caracterización de ningún tipo y todo se basa en fotos e imágenes tan generales, tan imprecisas que parecen más bien spots publicitarios, creando una sensación de falta de cuidado poco decorosa.

Los gráficos durante el partido son esquemáticos al más puro FM y aunque sinceramente, no difieran mucho de los de su rival directo, son personalmente algo menos creíbles e interactivos. El control del juego es prácticamente el mismo que el de FM, controlaremos todo el espectro de acciones que realiza un manager de un gran equipo de fútbol aunque siempre quedándose un paso por detrás de su competidor en cuanto a caracterización y realismo. Los jugadores de segunda división podrán realizar golazos y salvarte de partidos ante grandes equipos sin ningún tipo de coherencia respecto a las características  previas, lo que crean un juego completamente basado en la suerte y por ende, prácticamente injugable.

El juego sin embargo tiene muchos modos de juego, entre los que destacan como no, las veintisiete ligas en las que podremos participar, todas ellas como no, con un gran número de incoherencias respecto al caché de los equipos. Su principal innovación, el sistema ProZone, un análisis que pondera las buenas y malas acciones tanto de nuestro equipo como el de nuestro contrario es una herramienta útil de cara al jugador más casual, pero lo interesante en este tipo de juegos no es precisamente que la matemática se calcule sola, si no que el propio jugador intente reaccionar sin ser acondicionado. El sistema podría tener mayor credibilidad de no ser completamente irrelevante por la desgraciada suerte (normalmente, nunca a tu favor).

Resumiendo, el juego nos lleva a una pregunta clara, cual es el aliciente de Championship Manager ante su competencia directa. Diríamos una accesibilidad más agradecida si la tuviese, un sistema de muestra de partido más completo pero que básicamente es el mismo o un sistema de juego más profundo. Pero nada de eso, el juego sale escaldado en cada comparación y parece que los estandartes de calidad que habían logrado antaño han desaparecido (o cambiado de distribuidora…). Desde luego, pese a que el precio es superior, pese a que tiene una infinidad menos de opciones y de soporte por la compañía, lo que resulta inconcebible es basar un juego de este tipo en el más absurdo azar. Un juego que fracasa en cualquiera de las metas que se ha propuesto.

Puntuaciones

Gráficos: 4.0

Sonido: 5.0

Jugabilidad: 2.0

Duración: 4.0

Multijugador: 0.0

Historia: 0.0

TOTAL: 4.0