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El mejor golfista llega a la Wii
Si me permitís un pequeño párrafo introductorio, soy un seguidor del Golf desde que tengo uso de razón. Me crié disfrutando de este deporte ya que primero, me obligaban a hacer alguno y segundo, no me gustaba esforzarme demasiado físicamente. Además disponía de un jardín muy amplio dónde podía practicar a placer. Lo admito, el Golf puede ser una extraña vocación para un niño de cinco años.
Nunca creí que pudiese revivir algo así en un videojuego, ahora que vivo en plena ciudad, y aunque no pueda apreciar el olor a pino cortado, Tiger Woods es un primer affaire a un sueño que creí irrealizable. No posible al menos de momento, al precio y prestaciones que Wii ofrece.
A lo largo de la historia, hubo muchos juegos de Golf que representaban de forma acertada el realismo y precisión, la templaza y carisma de un deporte a priori minoritario por su elevado coste (gran falacia, con interés el Golf puede ser un deporte para cualquier clase social). Si tuviese que recordar mis juegos de Golf favoritos, sin duda me quedaría con la saga Everyobody´s Golf de Camelot (la cual, años mas tarde se encargaría de las versiones de Mario Golf en las plataformas de Nintendo), el genial Neo Turf Masters (mi recreativa favorita de Neo Geo, por delante de cualquier Metal Slug o King of Fighters) o mi secreto más inconfesable, el minoritario y radical Putt & Putter para Master System, probablemente mi videojuego favorito, sencillo, accesible, con una curva de dificultad perfecta y gracias a su simpleza gráfica, uno de los juegos más elegantes de mi consola fetiche. Tras ver el famoso trailer promocional con el que Nintendo promocionó el Wiimote, un servidor no pudo evitar el emocionarse imaginándose el mundo de precisión, posibilidades y matices que el mando podría ofrecer, más allá de lo evidente. Bien, pues ni tanto ni tan calvo, de momento.
Si ponemos las cartas sobre la mesa, Tiger Woods PGA Tour 2008 ofrece, indiscutiblemente, mejoras sobre su predecesor. Más desafíos y modos, más campos (entre ellos Westchester Country Club, TPC Boston, East Lake etc.), poder probar cada tiro antes de lanzarlo (acto que, personalmente quema el juego, ya que poder practicar una y otra vez pierde el factor decisivo y el timming), más jugadores y ridiculizar a tus adversarios (un añadido de lo más desafortunado, en un deporte de punta en blanco). Como podéis leer, los clásicos añadidos de una edición anual, dónde no promete profundizar mucho si ya existían fallos de base. Nada más lejos de la realidad.
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